En ocasiones los tendones son una de las partes más olvidadas del cuerpo. El buen estado de los tendones es fundamental para no desarrollar otras patologías, por lo que en este artículo nos vamos a centrar en la tendinopatía.

La tendinopatía es una lesión que se origina debido al sobreuso del tendón. Las tendinopatías habitualmente suceden cuando trabajamos en exceso con el tendón, dándole más tarea de la que está acostumbrado a recibir o de la que puede soportar.

Además del trabajo recibido, otros factores son importantes a la hora de poder padecer una tendinopatía, por ejemplo, la edad, la obesidad u otro tipo de enfermedades como pudiera ser la diabetes, pueden ser causantes de tendinopatías.

¿Qué síntomas tiene una tendinopatía?

Si sufres una tendinopatía lo más probable es que sufras dolor cuando llevas a cabo determinados movimientos, evidentemente, un movimiento en donde actúen los tendones dañados. También sentirás rigidez y tendrás menos movilidad debido al dolor.

Es frecuente escuchar un crujido cuando se utiliza el tendón dañado, se conoce como crepitus. También sentirás más dolor en la articulación dañada cuando esta se enfríe o al despertar por la mañana.

Las fases de la tendinopatía

La tendinopatía pasa por tres fases diferentes. Estas fases son determinantes para poder llevar a cabo la rehabilitación de la forma más correcta.

La primera fase se conoce como tendinopatía reactiva y se da como respuesta a una sobrecarga del tendón ya sea esta tensil o compresiva. Esta fase puede originarse mediante un trauma directo o después de un incremento rápido dentro de una actividad a la que no estamos acostumbrados.

La segunda fase sería la fase dysrepair, una fase parecida a la anterior con la salvedad de que los cambios a nivel celular son mayores. A esta fase se llega cuando el tendón sigue sobrecargado y no se da el reposo necesario.

Finalmente, la tendinopatía degenerativa. En esta fase los cambios en la estructura del tendón son mucho más palpables. El tendón se ha degenerado después de una sobrecarga crónica y, en esta fase, revertir los cambios que ha sufrido el tendón es bastante complicado.

Saber diferenciar estas fases es importante para poder establecer el tratamiento adecuado. Como ves, en algunos casos puede resultar más sencillos, sobre todo cuando es un dolor puntual, pero se hace extremadamente complicado cuando es una situación degenerativa.

¿Por qué se causan las lesiones en los tendones?

Entender un poco mejor a los tendones nos ayudará a saber los motivos por los cuales estos se pueden lesionar. El tendón está formado por un tejido muy resistente, pero poco elástico. Esta es la razón que mejor explica porque el tendón sufre mucho con el ejercicio muscular repetido, más aún si este está sobrecargado.

El tendón responde al sobreesfuerzo con la inflamación, el primer síntoma que nos indica que algo no está bien. La repetición de tareas puede llegar a ser bastante peligroso en este sentido si no se hacen de la forma adecuada, incluso en las tareas más sencillas del hogar podemos llegar a lastimarnos los tendones.